Este martes, se realizó el primer ensayo en conjunto entre los niños
de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela ambas y los integrantes
de la Orquesta Infantil Mozart en Salzburgo; agrupaciones agrupaciones
tuvieron una sesión matutina en una campiña frente a los Alpes suizos,
la practica no pudo continuar en la tarde por las altas temperaturas del
verano europeo. “El problema con las orquestas tan jóvenes es que
tienen demasiada energía y a veces es difícil controlarla”, comentaba
Jesús Parra, director venezolano de 18 años, quien trabaja junto al
austríaco Christoph Koncz, de 26, quienes debutarán hoy a las 5 pm en el
Festival de Salzburgo con un concierto donde se escuchará desde Mozart
hasta el mambo.
“Estamos trabajando con un repertorio que quizás es complicado para
un niño que no es tan maduro. Mientras estaba con ellos en el ensayo,
antes que nada les daba ánimos por el calor, pero quería hacerlo de
manera divertida”, señaló el joven director venezolano.
Para Koncz, la llegada de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela ha
sido “una gran sorpresa para todos porque es impresionante el nivel que
tienen los niños y la relación que han entablado con los estudiantes de
Salzburgo a pesar de que no hablan el mismo idioma. Para mí es una
experiencia nueva, todos están en un mismo equipo, que es lo importante.
Tocar el Chamambo (de Manuel Artes) será todo un reto, pero es una
pieza muy entretenida”.
El resultado se verá hoy sobre el escenario de la Fundación Mozarteum
a las 5 pm, en una particular función dentro del Festival de Salzburgo a
la cual llaman “ensayo general”, pero que ya tiene todas las butacas
vendidas.
Detrás de los atriles los niños venezolanos enseñan palabras en español
a los integrantes de la Orquesta Infantil Mozart en Salzburgo. Algunos
se entienden en inglés y otros prefieren utilizar el lenguaje universal
de las señas cruzado con notas musicales.
Las historias de los 207 niños que integran la Sinfónica Nacional
Infantil de Venezuela son conmovedoras e inspiradoras. Como la de Luis
Manrique, un chamo pemón de 13 años que pertenece al núcleo del Sistema
en Canaima (Bol). Su instrumento es la viola, al cual llegó por la
decisión de uno de sus profesores.
Desde ese momento no ha parado de tocar a pesar de que el trayecto de
su casa hasta la sede de la orquesta le queda a más de media hora de
camino todos los días. Los estudios rindieron sus frutos y fue el único
seleccionado de su localidad para integrar la Sinfónica Nacional
Infantil de Venezuela. “Es muy bonito estar aquí, todos me han tratado
muy bien. Estoy agradecido a la música”, dice el joven músico con
timidez. En las últimas semanas son muchas las entrevistas que ha tenido
con medios venezolanos y extranjeros, situación que lo pone un poco
incómodo. Pero el retraimiento lo pierde de inmediato al momento de
tocar la viola, con una técnica impresionante, cargado de energía.
El carácter de Marlon Florez, de 11 años, primer chelista de la
orquesta, es totalmente distinto. Se siente cómodo ante la prensa, habla
con fluidez, sin vacilar. “Es un honor estar con los músicos
austríacos. Les enseño a gozar la música, cada compas tiene un clima
especial. Nos estamos divirtiendo”, comenta el chamo caraqueño, quien
tiene varios años en el núcleo de Montalbán.
En la formación de los metales, sobresale el sonido de Diego Ramos.
Vive en San Fernando de Apure, donde le pidieron que estudiara desde
hace varios meses la Sinfonía Nº 1, de Mahler. “Es una emoción
fantástica estar aquí y poder compartir con el maestro Simon Rattle. Es
primera vez en mi vida que siento tanta paz, es un lugar muy bonito”,
señala el músico de 13 años sobre la campiña en Salzburgo donde se están
hospedando.
Ramos llegó a la trompeta, porque “es el instrumento más completo,
porque puedes tocar música clásica, jazz, blues, es un instrumento que
me encanta”, reconoce.
Los 207 chamos de la Sinfónica Nacional Infantil se presentarán hoy
por primera vez en el Festival de Salzburgo. Pero quizás el momento más
esperado por el público austríaco será el del sábado y domingo, cuando
presenten la Obertura Cubana, de Gershwin; la Suite del Ballet La
Estancia, de Ginastera; y la Sinfonía Nº 1, de Mahler, bajo la batuta de
Sir Simon Rattle, director de la Filarmónica de Berlín.
SIBCI/Fuente: Sinfónica Infantil
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