POEMAS de PEDRO GARCÍA
Representante del Estado Apure
En el 10º FESTIVAL MUNDIAL DE POESÍA
CANTO COMÚN
El
10º Festival Mundial de Poesía, fue realizado entre el 16 al 22 de
junio en la Sala JOSÉ FÉLIX RIBAS del TERESA CARREÑO la presentación del
Estado Apure fue el día viernes 21 de junio a las 6 de la noche.
En
este recital Mundial de la Poesía, fue acompañado por los poetas
Muhamoud Abu Haija de Palestina, Lucia Estrada de Colombia, Lamiae El
Amrami de Marruecos, Cesar Eduardo Carrion del Ecuador, Xóchil Shütz de
Alemanaia y los poetas venezolanos de los estados Miranda; Delta
Amacuro, Zulia, Caracas y Barinas.
Poemas:
NO MURIÓ
Al comandante Eterno
NO MURIÓ
Se expandió como las aguas de la sabana,
como las raíces del viejo Samán donde juró por la Patria,
como la libertad,
como el sueño congelado de la Mayor Felicidad.
como la Patria Grande de todos los patriotas,
como la Madre Patria
como la “Patria, Patria, Patria querida”
NO MURIÓ
y sus aguas se hicieron mar como los ríos en invierno
como el Orinoco,
como el Apure,
Como el Meta,
como el Capanaparo y el Cinaruco
como las aguas del Lago de Maracaibo
como las aguas del Lago de Valencia
como las aguas del Gury
como la sed de los pueblos
NUNCA MURIÓ
y se hizo piedra como el Ayantepuy y el Macizo Guayanés
protector como el Waraira Repano
brillante como el Araguaney
eterno como el diamante.
NO MURIÓ
y su luz se hizo relámpago
como el Cristo sabanero,
como brisas de las aguas
como sol de medio día
como atardecer del llano
como luna en menguante
como el olor a mastranto
como raíces de pueblo
como camino de niño.
NO MURIÓ, NUNCA MURIÓ.
EL APURE ESTÁ SECO
A Theomar Vargas
“El Apure está seco”, decía el mail de Ximena Benítez,
la hija de Theomar Vargas, inolvidable amor del tiempo.
Las fotos tomadas desde la orilla del río, - allá a lo lejos-
mostraban un hilo de agua marrón
zarandeándose sobre las arenas
marchando sobre los islotes
como el condenado a muerte
tratando de evitar su aniquilación.
Ya pasaron los tiempos cuando sobre su lomo danzaban
las bellas jóvenes de los Apure,
de los Pemones, de los Maquiritares,
las muchachas de los Javy, de los Pumé o de los Achaguas.
Ya nuestro río no es espejo de agua con cien leguas de anchura,
por donde cabalgaban los barcos de chapaletas,
las cañoneras y las flecheras que trasportaban hombres, fusiles, comida y el libertario amor
de la Revolución del 19 de abril de 1810.
Hoy sobre su lomo no se tambalean curiaras,
ni canoas, ni bongos, ni chalanas ni barcos de media envergadura.
Para decir verdad, su lomo ya no existe,
nos quedan la arena, el sol y las varadas chalanas
donde vamos trasladando la comida en este abril del 2010
en plena Revolución y verano incandescentes.
Pedro García
LENELINA
a Lenelina Delgado
Lenelina,
te queremos todos.
Quienes viven dentro y fuera de los ríos,
los que viven fuera y dentro de los mares,
quienes vuelan
los que viven arrastrándose,
quienes están abajo de la tierra o dentro de la tierra,
los que están sobre la tierra.
Tal vez los astronautas no te quieran
porque nunca te has montado
en un trasbordador espacial,
¡Piensa uno!
Pedro García
LA BORA
Al rio Apure
Por allí paso la Bora, echándosela
como la Reina del Río Apure,
creyéndose Pavo Real con sus orquídeas violetas
adueñándose del Apure como su única dueña
como grafiti de carro en Semana Santa:
“Del Apure, pa´l Orinoco y del Orinoco pa´l Atlántico”.
Pocas veces, se la ha visto en las riveras del río
pero si está varada allí los llaneros no le creen
ella alega que sus raíces descontaminan las aguas
y la gente le pregunta:
“¿por qué no te vas pa´l norte que está más contaminado?”
A lo que responde adornada con sus orquídeas violetas:
“Porque coloreo al Apure en su invierno salvaje
porque alimento a los llaneros con pavón, caribe, coporo
y a la jineta galopo sobre éste fecundo río.
Pedro García
EL YARO
A Wilfredo Rivero
El Yaro se apoderó del llano
se lo agarró para él sólo
un día le pone música
el otro día le canta.
Por la mañana lo alaba
por la tarde le reclama.
Así pasa la semana con carne asada, casabe,
coopóro y bagre con yuca
chigüire en Semana Santa
y cuando se puede lapa.
Los sábados recorre el río Apure
los domingos las carreteras.
La gente lo ve pasar
y sin saludarlo piensa:
“Por allá va el Yaro,
el Yaro de la radio”.
Va un llanero de estos llanos
va un amante de los llanos
va una parte del Apure
con el apure cantando,
seguro que lo acompaña
su compadre William Moreno.
Pedro García
SAN FERNANDO DE APURE
A Juana Zambrano
San Fernando ciudad preciosa,
cobija fluvial de ese mar de invierno
llamado Río Apure.
Voz y puerta de esa llaneridad
de tus esquinas
de tus bellas mujeres.
Efigie costera de libertad
de libertadores que aun replican en tus calles
con gritos de independencia.
Patria chica del cooporo frito con yuca,
de la carne asada con cazabe
y de la cachapa con queso blanco,
ese que llaman “llanero”.
Sabores de orillas de Río Apure,
acompañados de sonidos de brisas de rio
templadas en sonadas cuerdas que gritan un Pajarillo,
una kirpa, un Seis por Derecho,
una Chipola o un Gabán
en compañía de una fría bien sabrosa
a golpe de medio día.
Desde el puente María Nieves
me encamino por tu Boulevard
saludando al Negro Primero,
a los Barbarito, tu Catedral
y el Bolívar de tu plaza
que firme mira pasar en el horizonte de su sol,
una bandada de Garzas Blancas,
Turupiales, Alcaravanes, Carraos, Arrendajos, Guacamayas
y Pericos con una gran periquera.
En rumbo a Las flecheras
una pincelada nube de mariposas de colores,
se hacen Arcoíris contemplando tus barriadas;
La Defensa; El Valle, El Parque Infantil, La Playa,
Casa de Zinc, Serafín Cedeño, El Tamarindo,
Jovalito y El Picacho en el ocaso del atardecer.
Salúdame a Orlando García el de Cadafe,
Carmelo Araca y a Carmelito su hijo, al Negro Aray,
a Carmelo Velásquez el barbero,
a William Moreno el farmaceuta,
al doctor Carlos Moreno, a Robersi Pérez al que le dicen Cochocho,
a Juan Peña, al Camarada Carmelo Oviedo,
al Negro Coronado, al cura Francisco Javier,
a Orlando Prieto ¨La Bruja¨´ al Yaro el cantante
y a la “china” Elvira,
la dueña del prostíbulo llamado “El Conde” por estos lares.
Y allá en tu cielo dámele, un saludo al Mocho Cuello,
a la maestra Matilde Rivero y a Don Antonio,
a Don Luís Chang y sus dos hijos,
a Pedro Corona el que vendía pescado en bicicleta de reparto,
a Miguel Siso el Músico, al Doctor Pedro Elías Hernández,
a la enfermera Juana Zambrano, mi madre
y
a la vieja María Rodríguez quien vivió en la Calle Ayacucho junto a sus
ciento veinticuatro hijos e hijas, nietos, bisnietos y tataranietos,
orgullosa siempre de ser sanfernandina.
Mi querida San Fernando de Apure.
Pedro García