sábado, 24 de agosto de 2013
La tapadera
LA CONEXIÓN ENTRE LA CORRUPCIÓN y el encubrimiento es notable. Tan pronto hay una denuncia, sobre todo si está bien fundamentada, aparece de inmediato alguien que pone las manos en el fuego por el acusado. La historia de eso que alguien llamó hace unos cuantos años -creo que fue Chío Zubillaga, el insigne periodista y escritor caroreño- la “conchupancia”, es dilatada y salpicada de anécdotas. Se dice que siempre detrás de un corrupto hay un cómplice que sale oportunamente en su defensa.
ES LO QUE ESTÁ PASANDO con el partido Primera Justicia y su excandidato presidencial. Al planteamiento serio, responsable, del presidente Maduro, responde huyendo hacia adelante. No se detiene a pensar si lo que se dice acerca de sus dirigentes es cierto o no es cierto. Si tiene basamento o es pura especulación. No reacciona como lo hace la gente que no tiene nada que esconder y temer. Es decir, manifestando “a mí que me registren” y poniendo a la orden de los organismos competentes, Fiscalía General, Contraloría de la República, todo cuanto sea necesario para probar que se está en paz con la ley.
AL CONTRARIO, los sospechosos desatan una campaña de descrédito contra las instituciones del Estado, contra personajes políticos, con el propósito de descalificar a todo el mundo. Es la táctica del burladero, que consiste en meterse en un lugar que le permita acampar mientras cesa la tormenta. En esa actitud está la dirección de Primero Justicia. Sobre todo Capriles Radonski, apelando a la histórica tapadera.
CAPRILES EVIDENCIA UNA VEZ MÁS su carencia de escrúpulos. Su caradurismo. Su total falta de ética. Su inmensa capacidad para mentir y falsear los hechos. Esto ocurre, en vivo y en directo, con el caso de su íntimo colaborador Oscar López, secretario del Despacho de Miranda, jefe de campaña y proveedor de fondos de dudosa procedencia. Todo el mundo en Primero Justicia y la MUD sabe quién es López. Conocen su prontuario. Los manejos que tiene con las contribuciones, cómo dispone de cuanto recaba para la política de su jefe. Es un secreto a voces en el entorno de Capriles -y más allá de ese entorno lo que López significa, y desde hace algún tiempo previenen al excandidato sobre el riesgo que corre manteniendo la relación. Se habla en esos círculos de la “bomba de tiempo López”. Pero con la arrogancia que lo caracteriza, el excandidato no ha hecho caso a los consejos, hasta que llegó el momento en que afloró la punta del iceberg. ¿Por qué? ¿Son muchos los secretos que guarda López de su jefe?
CAPRILES HA HECHO con el personaje de marras lo que nunca antes hizo dirigente político alguno en Venezuela: Ocultarlo a la acción investigativa de los organismos competentes. En vez de ordenarle que se presentara ante el Ministerio Público a aclarar su situación, de explicar los hechos en una rueda de prensa, de irse a la Asamblea Nacional junto con los parlamentarios de la MUD y dar la cara como haría cualquier ciudadano o dirigente sin cargos de conciencia, opta, por instrucciones del que lo utiliza, por enconcharse. Por desaparecer de la escena, mientras Capriles recurre al viejo e inmoral truco de que López es víctima del forjamiento del material con que se le acusa.
Por: Piedra de Tranca MARCIANO
SIBC/ Diario Vea
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