Barquisimeto, 15 Jul. AVN.- El día que
sembraron los restos mortales del pintor, poeta, maestro, comunicador y
revolucionario Argimiro Gabaldón, su padre, el general José Rafael
Gabaldón, pronunció un sentido discurso a los pies de la tumba de su
hijo, uno de los ocho que tuvo junto a Teresa Márquez.
El general Gabaldón había sido líder de montoneras y alzamientos en contra de la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935), también gobernador del estado Lara en dos oportunidades. Esa experiencia le indicaba que aquella despedida debía ser diferente.
"Argimiro, hijo, no te lloro porque sería agraviarte", recuerdan testigos de aquel inolvidable episodio en el que rendían tributo al combatiente nacido en Biscucuy, Portuguesa, el 15 de julio de 1919, y que a los 19 años ya militaba en una célula clandestina del Partido Comunista de Venezuela (PCV) en El Tocuyo, en el estado Lara, donde se había ido a vivir su familia.
En la entidad centro occidental organizó cooperativas agrícolas entre 1946 y 1947 en las montañas de Lara, también ligas campesinas y células comunistas. Además, instaló una imprenta clandestina en Las Cuibas, donde se editaban volantes y periódicos del PCV contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en la década de 1950.
Junto a una célula del PCV creó una emisora clandestina entre 1956 y 1957, Radio Liberación, que funcionó de forma móvil con un equipo que incluía reporteros, guionistas, narradores y una amplia red de colaboradores.
Luego del triunfo revolucionario sobre las fuerzas del dictador Pérez Jiménez, derrocado el 23 de enero de 1958, vino la concertación de factores conservadores en torno al Pacto de Punto Fijo. Ante ese proceso, que pretendía anular la presencia de organizaciones como el PCV, Gabaldón emprendió una nueva lucha, esta vez contra el gobierno de Rómulo Betancourt, que desató la represión contra el pueblo y las organizaciones populares, además de plegarse al imperialismo estadounidense en el tablero geopolítico de la Guerra Fría.
Gabaldón también lideró el Frente Guerrillero de Liberación Nacional Simón Bolívar, perteneciente a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que emprendió la lucha armada desde Los Humocaros, en Lara, confluencia montañosa con los estados Trujillo y Portuguesa. Allí desarrolló su lucha como gran combatiente de la libertad y también fue asesinado por una "bala perdida", el 13 de diciembre de 1964, a los 45 años de edad.
Aunque fue víctima de las amenazas que se derramaron sobre los luchadores de izquierda, jamás dudó de la tarea que tenía al frente. Así lo constata una carta que le envió a su padre, en la que ratificaba su orgullo de ser revolucionario.
"Te dejo al lado de tu madre, pozo y virtudes que me acompañó a sembrar en el alma de mis hijos un profundo respeto por la palabra empeñada", decía José Rafael, quien expresaba al momento de despedir a su hijo: "Yo te bendigo Argimiro y aquí estamos como un soldado tuyo, ¡comandante Carache, mande!".
53 años después de aquella conmovedora despedida, este sábado 15 de julio de 2017, esos mismos restos del combatiente revolucionario pasarán de manera definitiva a la inmortalidad, cuando entren con los honores de Estado correspondientes, al Panteón Nacional, en Caracas, donde reposan los restos de las figuras más sobresalientes de la historia venezolana.
El general Gabaldón había sido líder de montoneras y alzamientos en contra de la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935), también gobernador del estado Lara en dos oportunidades. Esa experiencia le indicaba que aquella despedida debía ser diferente.
"Argimiro, hijo, no te lloro porque sería agraviarte", recuerdan testigos de aquel inolvidable episodio en el que rendían tributo al combatiente nacido en Biscucuy, Portuguesa, el 15 de julio de 1919, y que a los 19 años ya militaba en una célula clandestina del Partido Comunista de Venezuela (PCV) en El Tocuyo, en el estado Lara, donde se había ido a vivir su familia.
En la entidad centro occidental organizó cooperativas agrícolas entre 1946 y 1947 en las montañas de Lara, también ligas campesinas y células comunistas. Además, instaló una imprenta clandestina en Las Cuibas, donde se editaban volantes y periódicos del PCV contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en la década de 1950.
Junto a una célula del PCV creó una emisora clandestina entre 1956 y 1957, Radio Liberación, que funcionó de forma móvil con un equipo que incluía reporteros, guionistas, narradores y una amplia red de colaboradores.
Luego del triunfo revolucionario sobre las fuerzas del dictador Pérez Jiménez, derrocado el 23 de enero de 1958, vino la concertación de factores conservadores en torno al Pacto de Punto Fijo. Ante ese proceso, que pretendía anular la presencia de organizaciones como el PCV, Gabaldón emprendió una nueva lucha, esta vez contra el gobierno de Rómulo Betancourt, que desató la represión contra el pueblo y las organizaciones populares, además de plegarse al imperialismo estadounidense en el tablero geopolítico de la Guerra Fría.
Gabaldón también lideró el Frente Guerrillero de Liberación Nacional Simón Bolívar, perteneciente a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que emprendió la lucha armada desde Los Humocaros, en Lara, confluencia montañosa con los estados Trujillo y Portuguesa. Allí desarrolló su lucha como gran combatiente de la libertad y también fue asesinado por una "bala perdida", el 13 de diciembre de 1964, a los 45 años de edad.
Aunque fue víctima de las amenazas que se derramaron sobre los luchadores de izquierda, jamás dudó de la tarea que tenía al frente. Así lo constata una carta que le envió a su padre, en la que ratificaba su orgullo de ser revolucionario.
"Te dejo al lado de tu madre, pozo y virtudes que me acompañó a sembrar en el alma de mis hijos un profundo respeto por la palabra empeñada", decía José Rafael, quien expresaba al momento de despedir a su hijo: "Yo te bendigo Argimiro y aquí estamos como un soldado tuyo, ¡comandante Carache, mande!".
53 años después de aquella conmovedora despedida, este sábado 15 de julio de 2017, esos mismos restos del combatiente revolucionario pasarán de manera definitiva a la inmortalidad, cuando entren con los honores de Estado correspondientes, al Panteón Nacional, en Caracas, donde reposan los restos de las figuras más sobresalientes de la historia venezolana.
15/07/2017 - 07:47 am
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