Maracaibo, 27 Ago. AVN.- Por su condición
de estado fronterizo, el Zulia se ha convertido en una de las regiones
del país donde la lucha contra el acaparamiento y el contrabando de
alimentos se vive a diario. Leche, azúcar, harina, arroz, pasta y
mantequilla se han convertido en "oro" en esta entidad, no sólo para la
población sino también para los organismos de seguridad que tienen la
difícil tarea de rescatar todos los rubros que pretendan llevarse del
Zulia hacia Colombia de manera ilegal.
Pero la declaración de guerra contra el acaparador comienza a tener resultados. Quienes compraban bultos de arroz o de cualquier otro rubro regulado con la intención de contrabandear tienen más probabilidades de perder, pues están expuestos a la incautación de la mercancía y luego serán investigados y juzgados por el sistema de justicia venezolano. No hay piedad.
"El Plan de Estado Mayor Fronterizo, con 570 funcionarios, forma parte de la defensa de la soberanía y buscamos combatir la extracción de alimentos y de combustible. Iniciamos en el municipio Guajira, un punto álgido, pero va a desplegarse en otros porque el objetivo es reforzar este trabajo que ya se ha realizado durante varios meses en el Zulia, en los cuales hemos podido decomisar más de cuatro millones de toneladas de alimentos y redistribuirlos al pueblo", informó el secretario de Seguridad y Orden Público de la región, Jairo Ramírez.
Guardia Nacional, Ejército, Policía Nacional Bolivariana, Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Cuerpo Policial del estado Zulia, la Armada Bolivariana de Venezuela, grupos de paracaidistas y de infantería, milicias y comandos rurales, forman parte de este nuevo grupo que, por orden presidencial, se suman a la lucha.
Sin centros de distribución
Luego de que se aplicaran las primeras medidas contra este flagelo, por iniciativa de la nueva gestión bolivariana en el Zulia, dejaron de venderse los alimentos de la cesta básica en las avenidas y espacios públicos de la ciudad. Este comercio ilegal formaba parte del ambiente que a diario se veía en la capital zuliana en lugares como el casco central, Los Haticos y La Curva de Molina.
"Los bachaqueros no descansan, pero nosotros tampoco. Es como una guerra para ver quién es el más fuerte, y el más fuerte es el país, sin duda. Nadie está de acuerdo con el desabastecimiento, nadie, eso no es tema político y allí no hay nada qué discutir. Los bachaqueros tienen un apoyo táctico y logístico con bandas organizadas que van a ser desarticuladas y los culpables quedarán en la cárcel", advirtió Mario Lossada Fuentes, de la milicia venezolana.
El tema del contrabando de alimentos no es nuevo; nuevas son las acciones que está tomando la Gobernación, que asumió acciones precisas frente a esta práctica a la que ya se había acostumbrado un pueblo a padecer.
"Aquí varios gobiernos en el Zulia pasaron sin hacer nada para que no desaparecieran los alimentos de los anaqueles, no sé si por interés personal y económico, pero habían acostumbrado al pueblo a padecer y nadie decía ni hacía nada. Ahora, como del tema se habla a diario, y como nada se oculta de lo que ocurre en el estado, la población ha asumido un rol más activo, denuncia y defiende lo suyo", añadió Lossada.
La presencia de estos comerciantes informales es evidente. En las largas colas en los supermercados, incluso antes de que llegue la mercancía, ellos mismos delatan en la mayoría de los casos a qué se dedican, hecho que no sólo se registra en los grandes supermercados, sino también en los abastos pequeños de las comunidades.
El gobernador zuliano, Francisco Arias Cárdenas, ordenó que se realizaran inspecciones en las bodegas para evaluar el comportamiento de estos comerciantes y así conocer quiénes se han adaptado a esta lucha anticontrabando.
"Hay que ver cuáles son las bodegas que están dispuestas a vender al precio establecido, a esas son las que le vamos a dar el código, son las que van a poder despachar el producto como está establecido, las otras bodegas o se ajustan a la ley, compran en los distribuidores y venden al precio que está establecido, o vamos a comenzar a cerrarlas", advirtió en su programa televisivo Diálogo zuliano.
A través del Sistema Integral de Control Agroalimentario (Sica) las autoridades regionales pueden tener un mayor control de lo que se compra y se vende en la entidad. La coordinadora de la Superintendencia Nacional de Silos Almacenes y Depósitos Agrícolas (Sada), Vivian Olivera, explica que este sistema se ha aplicado para llevar un inventario de toda la movilización de alimentos.
"Todos los comerciantes inscritos en el Sica tienen un inventario de movimiento, a cada uno de los usuarios con código le podemos ver los movimientos. Por ejemplo, nos damos cuenta si una bodega tiene un gran pedido de arroz, nos ponemos alertas e investigamos. Eso se limita dependiendo del tipo de ente", explica.
Apoyo social
Cámaras de seguridad en las fronteras y trabajos de inteligencia para detectar las trochas que usan los contrabandistas para sacar alimentos y combustible, ya forman parte de las nuevas acciones que se aplican en la región.
Yomar Rubio Silva, jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Occidental, explicó que se van a instalar algunos puntos de control en la frontera para verificar las verdaderas necesidades de combustible y alimentos que tiene la población fronteriza.
"Vamos a colocar estos puntos en sitios estratégicos, y vamos a complementarlo con un sistema de patrullaje diurno y nocturno. Hago un llamado a la ciudadanía para que colaboren con estas actividades porque sabemos que están involucrados elementos que tienen influencia sobre sectores indígenas así que pedimos apoyo de las comunidades indígenas", dijo Rubio.
Desde el Gobierno Nacional se ha reiterado que la lucha va con todo. El contrabando de alimentos deja de ser negocio en el Zulia debido a la articulación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con la Gobernación y el poder que ejerce el pueblo, quienes conforman, en estrategias y en número, un batallón más fuerte que el de los grupos que intentan desequilibrar la economía nacional.
Pero la declaración de guerra contra el acaparador comienza a tener resultados. Quienes compraban bultos de arroz o de cualquier otro rubro regulado con la intención de contrabandear tienen más probabilidades de perder, pues están expuestos a la incautación de la mercancía y luego serán investigados y juzgados por el sistema de justicia venezolano. No hay piedad.
"El Plan de Estado Mayor Fronterizo, con 570 funcionarios, forma parte de la defensa de la soberanía y buscamos combatir la extracción de alimentos y de combustible. Iniciamos en el municipio Guajira, un punto álgido, pero va a desplegarse en otros porque el objetivo es reforzar este trabajo que ya se ha realizado durante varios meses en el Zulia, en los cuales hemos podido decomisar más de cuatro millones de toneladas de alimentos y redistribuirlos al pueblo", informó el secretario de Seguridad y Orden Público de la región, Jairo Ramírez.
Guardia Nacional, Ejército, Policía Nacional Bolivariana, Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Cuerpo Policial del estado Zulia, la Armada Bolivariana de Venezuela, grupos de paracaidistas y de infantería, milicias y comandos rurales, forman parte de este nuevo grupo que, por orden presidencial, se suman a la lucha.
Sin centros de distribución
Luego de que se aplicaran las primeras medidas contra este flagelo, por iniciativa de la nueva gestión bolivariana en el Zulia, dejaron de venderse los alimentos de la cesta básica en las avenidas y espacios públicos de la ciudad. Este comercio ilegal formaba parte del ambiente que a diario se veía en la capital zuliana en lugares como el casco central, Los Haticos y La Curva de Molina.
"Los bachaqueros no descansan, pero nosotros tampoco. Es como una guerra para ver quién es el más fuerte, y el más fuerte es el país, sin duda. Nadie está de acuerdo con el desabastecimiento, nadie, eso no es tema político y allí no hay nada qué discutir. Los bachaqueros tienen un apoyo táctico y logístico con bandas organizadas que van a ser desarticuladas y los culpables quedarán en la cárcel", advirtió Mario Lossada Fuentes, de la milicia venezolana.
El tema del contrabando de alimentos no es nuevo; nuevas son las acciones que está tomando la Gobernación, que asumió acciones precisas frente a esta práctica a la que ya se había acostumbrado un pueblo a padecer.
"Aquí varios gobiernos en el Zulia pasaron sin hacer nada para que no desaparecieran los alimentos de los anaqueles, no sé si por interés personal y económico, pero habían acostumbrado al pueblo a padecer y nadie decía ni hacía nada. Ahora, como del tema se habla a diario, y como nada se oculta de lo que ocurre en el estado, la población ha asumido un rol más activo, denuncia y defiende lo suyo", añadió Lossada.
La presencia de estos comerciantes informales es evidente. En las largas colas en los supermercados, incluso antes de que llegue la mercancía, ellos mismos delatan en la mayoría de los casos a qué se dedican, hecho que no sólo se registra en los grandes supermercados, sino también en los abastos pequeños de las comunidades.
El gobernador zuliano, Francisco Arias Cárdenas, ordenó que se realizaran inspecciones en las bodegas para evaluar el comportamiento de estos comerciantes y así conocer quiénes se han adaptado a esta lucha anticontrabando.
"Hay que ver cuáles son las bodegas que están dispuestas a vender al precio establecido, a esas son las que le vamos a dar el código, son las que van a poder despachar el producto como está establecido, las otras bodegas o se ajustan a la ley, compran en los distribuidores y venden al precio que está establecido, o vamos a comenzar a cerrarlas", advirtió en su programa televisivo Diálogo zuliano.
A través del Sistema Integral de Control Agroalimentario (Sica) las autoridades regionales pueden tener un mayor control de lo que se compra y se vende en la entidad. La coordinadora de la Superintendencia Nacional de Silos Almacenes y Depósitos Agrícolas (Sada), Vivian Olivera, explica que este sistema se ha aplicado para llevar un inventario de toda la movilización de alimentos.
"Todos los comerciantes inscritos en el Sica tienen un inventario de movimiento, a cada uno de los usuarios con código le podemos ver los movimientos. Por ejemplo, nos damos cuenta si una bodega tiene un gran pedido de arroz, nos ponemos alertas e investigamos. Eso se limita dependiendo del tipo de ente", explica.
Apoyo social
Cámaras de seguridad en las fronteras y trabajos de inteligencia para detectar las trochas que usan los contrabandistas para sacar alimentos y combustible, ya forman parte de las nuevas acciones que se aplican en la región.
Yomar Rubio Silva, jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Occidental, explicó que se van a instalar algunos puntos de control en la frontera para verificar las verdaderas necesidades de combustible y alimentos que tiene la población fronteriza.
"Vamos a colocar estos puntos en sitios estratégicos, y vamos a complementarlo con un sistema de patrullaje diurno y nocturno. Hago un llamado a la ciudadanía para que colaboren con estas actividades porque sabemos que están involucrados elementos que tienen influencia sobre sectores indígenas así que pedimos apoyo de las comunidades indígenas", dijo Rubio.
Desde el Gobierno Nacional se ha reiterado que la lucha va con todo. El contrabando de alimentos deja de ser negocio en el Zulia debido a la articulación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con la Gobernación y el poder que ejerce el pueblo, quienes conforman, en estrategias y en número, un batallón más fuerte que el de los grupos que intentan desequilibrar la economía nacional.
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